“Nunca le dije que no a San Lorenzo”

Walter Erviti, que nació en la cantera azulgrana, volvió a hablar del Club que lo formó y contó que “Yo llegué a San Lorenzo en el 96. Estuve hasta el 98 sin jugar al fútbol, no me ponían. Ni siquiera me citaba. Ese año quedé libre, pero cambiaron de coordinador y me volvieron a fichar. Y de un día para otro estaba en Primera División” en un mano a mano con el periodista Leandro Alves, en Instagram (@lea_alves). Además, agregó: “Si jugué en primera se lo debo a Ruggeri. Yo me sentí muy protegido por él y no porque me dejaba hacer lo que quería, sino porque fue muy frontal. Quizás esa imagen paterna que yo había perdido a los 13 o 14 años, cuando me distancié de mi familia para ser futbolista, la encontré en Óscar. Yo de los 14 hasta los 19 no jugué al fútbol. Lo único que hacía era entrenarme y aguantarme cualquier situación, para seguir entrenando; hasta que llegó él, me vio jugar, me dio tres o cuatros indicaciones y me mandó a la cancha. A partir de ahí traté de hacer lo mejor posible”.

El ex mediocampista jugó hasta sus 22 años en el Club, con un lapso de tres años en la mayor del Ciclón: “siempre he dado lo máximo de mí cuando me tocó vestir la camiseta de San Lorenzo, pero siempre. No solo cuando estaba en primera. Desde sexta división, que no jugaba y no me citaban nunca. Y yo siempre entrené de la mejor manera posible, respeté la camiseta y la institución. Me brindé al máximo. En la quinta me pasó lo mismo, y no lo digo yo: lo buscas y en el historial no vas a ver mi nombre. La verdad que hice el máximo esfuerzo para llegar a Primera. Cuando llegué lo disfruté al máximo” expresó.

En el 2002 Erviti emigró a México para jugar en Monterrey, donde estuvo durante seis años: “Cuando me tocó irme, yo no me quería ir. Yo me enojé con la directiva, con mi representante, con mi papá. Estuve distanciado de todos durante 10 días. Hasta que volvieron a hablar conmigo y me dijeron que estaban mal económicamente. Se terminó ahí y eternamente agradecido, porque me dieron la posibilidad de ser futbolista profesional. Pero mi relación deportiva se terminó ese día” explicó. Además, el ex Banfield, Boca, entre otros, aclaró que “nunca le dije que no al Club, al contrario. Yo hablé con la gente de San Lorenzo dos veces: una habían contratado a otro jugador y la otra para el técnico no era prioridad. Y todo bien, eso no me quitó lo que yo sentía. Cuando jugaba para Banfield, que volví a la cancha, me tocó hacer un gol y no lo grité, por el cariño que le tengo. Y las veces que me ha tocado ir con otra camiseta, que quizás la gente no me ha tratado bien, yo siempre fui muy respetuoso. Jamás le hice un gesto. No hay una imagen mía haciendo un gesto al hincha en ningún lado, porque yo estoy agradecido” mencionó.

“¿Qué tenía de especial ese San Lorenzo? Que el Club estaba muy mal económicamente y nosotros jamás actuamos en contra. Jamás nadie faltó a un entrenamiento ni nada. Siempre nos enfocamos en ganar y que se juegue bien. El entrenador era una cosa increíble, un líder diferente a todos los que he conocido. Desde el primer trabajador hasta el último, estaba enfocado en dar lo mejor y eso sí solo lo vi en ese plantel. Es difícil que los 30 jugadores quieran lo mismo, cuando hay 11 que juegan y 20 que no. No es fácil lograrlo y con grandes figuras afuera, muy grandes. A mí me tocaba jugar por Leo Rodríguez, que para mí era un ídolo y la rompía toda. Ese plantel hizo cosas increíbles, más allá de ganar el primer título internacional”, recordó Walter del equipo campeón en 2001.

Por último, luego de una larga carrera y haber defendido en 112 ocasiones la camiseta azulgrana, le dejó un mensaje para todo Boedo: “Al hincha de San Lorenzo, desde que empecé hasta mi último día, más allá de la manera que haya sido recibido o no, yo estoy eternamente agradecido. Porque me dieron la posibilidad de ser futbolista, de algo que disfrute muchísimo. Yo no siento que ellos me deben algo a mí ni yo a nadie, siempre hablando de lo deportivo. Nunca falté a un entrenamiento, no tuve problema en el vestuario; yo me brindé para que a San Lorenzo le vaya bien. Después, tomé decisiones con respecto a mi carrera. Sí me dolió en algún momento que parte de la directiva de San Lorenzo le quiera hacer creer al hincha que tuve que elegir entre Boca y San Lorenzo. En ningún momento me llamaron o hicieron una oferta por mí, eso es mentira. Llegó la oferta de Boca y negocié. Me dolió que les hiciera creer que soy un traidor, que me voy. No se trata de traidores o no, se trata de fútbol que uno toma la decisión y hace lo mejor posible”, concluyó.